
Bueno, ¿sabes cómo algunas fragancias se anuncian desde el otro lado de la habitación, como esa amiga que siempre tiene los chismes más jugosos? Zero no es esa chica. Esta misteriosa minimalista de Comme des Garcons se parece más a tu compañera de trabajo más genial que viste ropa vintage de Helmut Lang y, de alguna manera, hace que una camiseta blanca parezca cara.
Hablemos de lo que obtienes al aplicarte este producto. Imagínate: un toque industrial chic con un jardín zen. La apertura te impacta con una atmósfera súper limpia, casi metálica: imagina oxígeno fresco mezclado con ese aroma fresco de abrir una MacBook nueva. Los aldehídos brillan con su brillo, pero de una forma totalmente discreta que susurra "soy sofisticado" en lugar de gritarlo.
Al posarse sobre la piel (y sí, definitivamente es una fragancia con química cutánea), se perciben sutiles toques de incienso que evocan más un estudio de meditación que una iglesia. ¿El fondo? Una calidez pura de cachemira con un toque de almizcle blanco que invita a la gente a acercarse para descubrir por qué hueles tan... interesante.
La cuestión es que Zero no será tu fragancia para salir un viernes por la noche. No busca seducir a nadie ni llamar la atención. Es esa fragancia de diario para cuando quieres sentirte bien sin esforzarte demasiado. Perfecta para chicas minimalistas, entornos de oficina donde no se puede optar por lo gourmet, o para cualquiera que esté harta de las fragancias empalagosas de las celebridades.
En resumen: Si los perfumes tradicionales te parecen demasiado extravagantes, Zero podría ser tu aroma estrella. Ofrece una simplicidad costosa, y estamos aquí para apoyarte.
Ideal para: minimalistas, reinas sensibles a los aromas y cualquiera que quiera oler algo intrigante en lugar de obvio.